miércoles, 15 de diciembre de 2010

EL ESTILO RESTAURACIÓN

Tanto la casa del ministro Malcampo como la de Lazo/Hildalgo suponen una suave ruptúra con el estilo isabelino que le precede. Si el estilo de la Reina significó un recargamiento de la formas neoclásicas de principios del siglo XIX, ya bien representadas estas por las portadas gemelas de Madre de Dios -proyectadas en 1801 por el arquitecto gaditano -Benjumea- o por el edificio de la Aduana de Bonanza (1832) hoy colegio de los Maristas-; en cambio, el estilo Restauración o alfonsino que sucede al isabelino procura liberarse tanto de los excesos ornamentales como de las rebuscadas ménsulas de las repisas de cierros y balcones o las guirnaldas sobre las molduras e incluso del uso repetido del arco de medio punto propios de la Casa Nudi Ruiz de Somavia (1867) –actual Delegación de Hacienda-. Antes de simplificarse pasa el estilo Restauración por unas formas mixtas entre el neoclásico de inicios de siglo e isabelino para dar lugar a un segundo neoclásico que glosamos; es el caso del Colegio de los Escolapios (1867), la Bodega Picazo / Barbadillo (1868) o la del callejón de Santo Domingo o de Argüeso.




El estilo Restauración, segundo neoclásico o “segundo imperio francés” mantiene las pilastras para separar las calles de las fachadas de las casa o para compartímentar los largos espacios de los paramentos laterales de las bodegas. Además sustituye el arco de medio punto por el escarzano. En las bodegas, cuándo se rematan con frontones, se resaltan éstos y se les introduce, a veces, en el tímpano un óculo.
Este estilo se consagrará en las bodegas de modo constante hasta nuestro siglo, más que en la arquitectura doméstica. Sirven de referente las bodegas en la Banda Playa y concretamente la de Hidalgo (San Luis) que hace esquina con la Calzada construida en 1877, o la antigua de González-Byass en esquina con la Calzada de la Infanta. En el barrio Alto, numerosas bodegas siguen esta línea, siendo la más característica, aunque sin frontones, la bodega “Nueva” frente al Castillo -hoy Barbadillo- levantada por Pedro Rodríguez, creador de una de las primeras marcas manzanilleras, la denominada “Pastora”.
Sin embargo, las casas no podrán contenerse ante este canon neoclasicista, y volverán a incorporar en sus fachadas las cornisas resaltadas o voladas sobre los vanos: Casa de Vila (1878) – calle Bolsa esquina a Capillita-, Casa Sainz dé Rosa – calle Almonte-, casa Carril de los Ángeles esquina a Carmen, etc.
Una vez agotadas estas características formales, en los umbrales del siglo XX, se optará por el modernismo y el regionalismo, propios del reinado de Alfonso XIII.
El estilo Restauración -ornamental y no tectónico-, responde al ansia de la nueva burguesía nobleza romántica por disfrutar sin amenazas revolucionarias y sociales de los bienes que le ha permitido acumular él triunfo del liberalismo.


Con la moderación canovista, de orden y armonía patente, surge este segundo estilo neoclásico. Paz con los carlistas; paz en Cuba, farsa del bipartidismo con cacicadas y pucherázos; achicamiento del movimiento obrero por indiferencia o por su tinte abstencionista-anarquista; escasa pujanza del Partido Socialista, así como de su sindicato, y el de la Federación de Trabajadores, que han de conformarse con los aportes ideológicos de la “Rerum Novarum” o los gubernamentales del Instituto de Reformas Sociales.
Hasta 1880, los propietario agrícolas castellanos y andaluces vivirán de la exportación de cereales gracias a la política librecambista del Gobierno -en detrimento de la burguesia industrial catalana demandante de proteccionismo- y del vino que aprovecha el vacío dejado por el francés, estragado por la filoxera.
Esta coyuntura favorable finalizará con la invasión en el mercado europeo del barato trígo de las llanuras rusas o americanas, y con la penetración en España de la filoxera.
Los vitivinicultores andaluces, mientras, experimentarán un alza en sus negocios y, concretamente en Sanlúcar, se manifestará en la creación de nuevas y espaciosas bodegas que, como hemos resaltamos aquí, adoptarán el estilo Restauración.