LA BODEGA “EL CUADRO”. DE AMBROSY A HDROS. DE ARGÜESO
Esta bodega se encuentra ubicada en la calle Trasbolsa con el número tres, y hace ángulo con la calle Castelar y Banda de la Playa. Fue construida en la época fernandina lo mismo que la Aduana de Bonanza (Colegio de los Maristas), y también con gusto clasicista. Su fachada principal se compone con una portada sobre suave arco rebajado enmarcada en un ancho resalte que se corona con tres bolas; a su lado derecho, seis ventanas rectangulares cerca del tercio superior del muro, y al izquierdo cuatro. Cuenta con un segundo piso o granero cuyo lado más largo da enteramente a la calle Castelar. Todo el edificio se remata con pretil que cierra la azotea, que quizás se concibió así o bien fue sustituida por un tejado. Está catalogada como de protección global (B-36).
Está en la línea de la Banda Playa más antigua como otras bodegas, cuyos extremos son la Avda. Quinto Centenario (antiguo Arroyo de San Juan) y la calle Trasbolsa y Pirrado, dejando atrás la “Plaiya de la Red”. Este frente sólo coincide parcialmente con el cordón que cierra por la playa el casco antiguo que fuera declarado en 1973 conjunto histórico- Artístico, pues en el Carril de San Diego se retranquea para meterse en la Trasbolsa hasta Mar prosigue por la Bolsa hasta desembocar en San Nicolás. Fuera de este contorno quedaron numerosas bodegas olvidadas por el legislador del 73, tal vez porque no se le ocurrió que Sanlúcar iba a dejar de vivir de la vitivinicultura, para apoyarse económicamente sólo en la construcción.
En la frontera externa de conjunto histórico, el PGOU de 1987 sólo contempló tres bodegas: “La Guita” en Banda Playa/Pescadería (B-71) y “La Gitana” en Banda Playa/Calzada. Menos cicatero, el PGOU del 97, que protegió en esta zona una más: “San Miguel” (B-127).
Total, fuera y dentro de casco histórico, en el 77 fueron protegidas globalmente trece bodegas, y en el 87 catorce añadiendo tres más con protección parcial. Y al día de hoy hay que restar las demolidas ilegalmente, la de “Pérez Megía/Medina”, en Avda. Constitución (B-131) y otras.
La tradición oral cuenta que la bodega de Trasbolsa 3, tomó su nombre porque decían que era tan bonita como un cuadro. También la bodega de “El Toro” de Barbadillo se llamaba “El Cuadro”, y probablemente en ambos casos su origen esté en la hechura de planta cuadrada. Aunque, en otros casos sea la razón, que un bodeguero culminara su bodega tras construir dos o mejor cuatro naves alrededor de un patio.
Esta bodega fue labrada de nueva planta por Francisco Ambrosy (fallecido en1826) sobre el terreno que anteriormente ocupaban cuatro casas, “formando un cuadrilongo, en cuya parte baja hay varias bodegas y sobre una de ellas está construido un granero” –inscripción registral de 1.864-. Era su superficie de 2.007 varas, y su medida real y actual supone unos 1.232 metros cuadrado. Contiene un patio de columnas de doce por once metros.
Muerto aquel, dejó la bodega a sus sobrinos gaditanos José Eusebio y Antonio Tomás Ambrosy Talavera, también avecindados en Sanlúcar y “del comercio”. Ambos nacieron en Cádiz, de padre lisboeta con origen genovés y madre gaditana. Murieron en Sanlúcar, el uno en 1880 en la calle Santo Domingo 50, y el otro al año siguiente en el 52 de la misma calle.
En 1864 compra la bodega Camilo La Cave Domínguez –yerno de José Eusebio Ambrosy- por 160.000 reales líquido. Quien la venderá a sus hermanos menores Adolfo y Juan Luis La Cave por 140.000, que ya anteriormente eran beneficiario de una hipoteca de 320.000 reales constituida por José Eusebio. Entre éste, dedicado a la política (Alcalde), viudo de Catalina Álvarez, y el yerno esta rama de Ambrosy vinieron a menos. La rama de Antonio Tomás, los Ambrosy Luchi entroncarán con otras familias bodegueras: Barbadillo, La Cave, Miler, Romero, Márquez, Hidalgo, Gutiérrez.
Los dos hermanos, Adolfo y Juan Luis, venden la mitad de la bodega en 1871 por 120.000 reales y luego la otra mitad a Dolores Rodríguez Chaveau –indiana de Maracaibo-, viuda de otro indiano burgalés, Manuel López Barbadillo. Fue heredada por una su hija Mercedes López Rodríguez, valorándose por entonces en 118.750 reales. Luego la adquiere Concepción Díaz Luchi, viuda de Cayetano Ñudi Gil de Ledesma en 120.000 reales o 30.000 ptas. en 1879. Y la heredará su hija Rosario Ñudi Díaz por valor de 33.025 ptas., cómyuje de Joaquín Delgado Zuleta, para quien el mejor negocio era no hacer negocios. La bodega fue vendida en 1896 a Juan Argüeso Gutiérrez heredero de León Argüeso-, por 22.200 ptas, al igual que la casa de la calle Bolsa con fondo a Trasbolsa, de estilo historicista-ecléctico, hoy cerrada y casi abandonada. La sociedad anónima mercantil “Herederos de Argüeso” dejó de ser su propietaria hace pocos años, tras haber realizado unas costosas obras de conservación. Este edificio resulta de gran interés para conocer la evolución en la arquitectura industrial bodeguera de Sanlúcar.