viernes, 28 de enero de 2011

EL RECREO DE "EL PICACHO" ( y 2)

LOS DIAZ DE SARAVIA Y LAS CALASANCIAS HIJAS DE LA DIVINA PASTORA.
Era esta familia originaria de Burgos, del pueblo de Villarcayo, aunque establecidos en Cádiz alrededor de 1731.  Manuel Díaz de Saravia formó parte del Consulado de Comercio, fue elegido para ocupar la máxima dirección, la de Prior.[i]  Esta institución que agrupaba a los comerciantes o cargadores a Indias, contó también entre sus matriculados con Ignacio Díaz de Saravia, sobrino del anterior, burgalés, en 1759. De los negocios que aquel tuvo con ultramar se estimó en 1771 unos beneficios de 3.200 pesos anuales, al igual que en a1 año siguiente donde tío y sobrino aparecían contribuyendo al Consulado. A partir de 1777, el segundo se integra en la Sociedad de Amigos del País de Sanlúcar de Barrameda, vinculándose más a la vida política y social de la ciudad. Como los demás ilustrados sanluqueños, los Amigos del País fueron afrancesados y adictos a Napoleón a cuyo ejército no opusieron resistencia cuando fue invadida Sanlúcar, y para colmo también rindieron homenaje a José Bonaparte a su llegada en 1811 con una gran fiesta nocturna en el Recreo de El Picacho.[ii]


Fuente representando a las cuatro partes del mundo o continentes



De 1848 a 1850 Josefa Díaz de Saravia cedió su Recreo para que pasasen las temporadas de verano a los Duques de Montpensier, así como en 1862 también prestó El Picacho con el fin de alojar a la reina Isabel II y a su consorte, si bien la propietaria no pudo venir de Cádiz para recibirlos “a causa de sus achaques”.  Viuda de el bodeguero gaditano Vicente Cortés Chacón (+1848), que en 1845 contaba en su empresa con un activo de cerca de seis millones de reales.[iii]  Josefa Díaz de Saravia vivía en Cádiz en la calle San Francisco 21, del Barrio del Correo, (aunque era de Sanlúcar, tenía 68 años) junto a sus sirvientes un gallego y un matrimonio sanluqueño, además de su hija Rosario Cortés Díaz de Saravia, la cual estaba casada con Francisco Cervero de Valdés, Teniente Alcalde de Cádiz (1859-1860) y fundador del Círculo Moderado, burgués que en 1862 pagaba 182 escudos de contribución territorial.[iv]
 En 1875 Cervero pedía permiso al Ayuntamiento de Sanlúcar para ensanchar la portada de su posesión de El Picacho por el Carril de San Diego.[v]
Otra hija de Josefa fue Araceli Cortés y Díaz de Saravia, que había casado con Joaquín Ramirez y Poblaciones, natural de Lucena (Córdoba).

Tras una serie de ventas por los Díaz de Saravia de todas las casas de alrededor del recreo, queda en 1904 una agrupación de dos casas la 14 y 16 constituida junto al Recreo en una agrupación y son la nuevas dueñas Ángeles González León, Concepción Hidalgo Rodríguez, Flora Casau de los Ríos, Luisa Villega García, Francisca Pérez Morgado, Julia Requena García, Natividad Márquez Romero y Rosa Machado Oliva, todas mayores de edad, solteras, religiosas (de la Divina Pastora, luego Calasancias) y vecinas de Sanlúcar, adquiriéndola proindivisamente y por octavas partes iguales. Esta compra se realiza, gracias al enorme esfuerzo y sinsabores del P. Faustino Míguez, con las limosnas obtenidas en su mayoría procedentes de dar  sus productos farmacéuticos:



¿Te parece poco lo que ahora me sacrifico por el Colegio de Sanlúcar? Nadie podía imaginarse que un pobre Viejo y ramplón, como éste pueda proporcionarle una casa con un jardín regio adyacente de tanto valor?
¡Y gracias mil al Señor, que sin molestar a nadie he podido atender a tanto¡
Casas, Picacho, picachillo, pinar y viña. Mentira parece…
¡Dichoso Picacho y dichosa la hora en que os acordasteis de comprarlo¡ ¡Cuánto disgusto y sacrificio¡[vi]



Este lugar elegido para establecimiento del colegio de niños y párvulos, tuvo en las casas anejas al jardín el convento e internado y debajo de ella se fabrico la iglesia en estilo neorrománico –siendo su arquitecto el madrileño de los Terreros-. En medio de la parte más baja de los jardines, frente a las casas de la calle de la Alcoba, se hicieron muy buenos pabellones de nueva planta, donde existe el salón de actos central y cuatro hermosas aulas, dos a cada lado.[vii]



Con posterioridad se realizaron dos obras de envergadura en el Colegio de las Pastoras: una en 1968 por el arquitecto Aurelio Gómez Millán sobre el internado; y otra en 1973 en la Residencia en calle Carril 16 por el arquitecto Javier Renedo. En cualquier caso desaparece la primitiva capilla.
 En 1943 la zona alta de viejo recreo, con cerca de 20.000 metros cuadrados es comprada por la Mutualidad de Accidentes del Mar y de Trabajo para orfanato, denominándose como Colegio de “El Picacho” y la obras duran hasta 1947 que comienza el funcionamiento del colegio con la llegada de las religiosas del Pío Instituto Calazancio de Hijas de la Divina Pastora, que se hicieron cargo del mismo y de cuatro huérfanos.


[i] RUIZ RIVERA, Julián B.: El Consulado de Cádiz. Matrícula de comerciantes, 1730-1823. Cádiz. Págs. 117.
[ii] BARBADILLO DELGADO, Pedro: Historia de la Ciudad de Sanlúcar de Barrameda. Cádiz, 1942. Reproducción facsimilar: Sanlúcar de Barrameda: Delegación de Cultura y Escuela-Taller “Tartessos” el Excmo Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda, 1989. Pág. 865.

[iii] MALDONADO ROSSO, Javier: La formación del capitalismo en el marco de Jerez. De la vitivinicultura tradicional a la agroindustria vinatera moderna (siglos XVIII y XIX). Cádiz, 1999. Pág. 255.
[iv] RAMOS SANTANA, Alberto: La burguesía catalana en época isabelina. Cádiz: Cátedra Adolfo de Castro, Fundación de Cultura, 1987. Págs. 564-565.
[v] A. M. S. B: Actas Capitulares de 1875.
[vi] Cartas del Siervo de Dios Faustino Míguez. Fundador de las Hijas de la Divina Pastora. Madrid, 1985. Págs 337, 342, 357.
[vii] BARBADILLO DELGADO, Pedro: op. cit.. Págs.371 y 293.